El reconocido Santo será trasladado, de manera extraordinaria, este viernes 19 de abril.
“Con la fuerza de tu sí” es el lema con el que se presenta este año la tradicional Marcha Misionera que organiza cada año la Delegación de Misiones de Córdoba, que se celebrará el sábado 20 de abril y que en esta edición tiene como figura y santo misionero que acompañará la marcha a Don Bosco. El entorno de la marcha será el que rodea al paraje de las Ermitas cercano a Córdoba y su monumento al Sagrado Corazón.
San Juan Bosco, fundador de los Salesianos, será el gran protagonista de la Marcha. Este santo sacerdote turinés tuvo tal carisma y enganche con niños y jóvenes que fue proclamado por San Juan Pablo II “Padre y Maestro de la Juventud”. La “onda de la fuerza de este sí”, el mismo que dio Don Bosco, se sintoniza cuando te dejas “amar por Dios, que te ama así como eres, que te valora y respeta, pero también te ofrece más y más; más de su amistad, más fervor en la oración, más hambre de su Palabra, más deseos de recibir a Cristo en la Eucaristía, más ganas de vivir su Evangelio, más fortaleza interior, más paz y alegría espiritual”, señala la catequesis que se ha preparado para este encuentro y que cita la exhortación apostólica del Papa Francisco Christus vivit.
La jornada comenzará a las 10:00h, en las Ermitas, con la acogida de los participantes y seguidamente ofrecerá su testimonio un grupo de misioneros javerianos. Después, comenzarán la marcha de 9,2 km rumbo al colegio La Salle, donde será la primera parada; el Colegio Trinitarios, la segunda, y la parroquia de Nuestra Señora de Gracia. Será alrededor de las 15:30h, tras la comida en el colegio, cuando los jóvenes se concentren en el interior de la parroquia para iniciar una adoración eucarística ambientada por Hakuna. Después, a partir de las 16:30, partirán en procesión hacia los Salesianos con la imagen de San Juan Bosco para celebrar la Santa Misa, presidida por Mons. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, culminando así la jornada. La procesión discurrirá por un itinerario directo desde la Plaza del Alpargate hasta Salesianos, por la calle María Auxiliadora y Santo Domingo Savio.
No obstante, la jornada tendrá un preámbulo de lujo con el traslado procesional de la imagen de San Juan Bosco desde el Santuario de María Auxiliadora hasta la Parroquia de Santa María de Gracia (Trinitarios). Será el viernes, 19 de abril, a partir de las 19:45, cuando San Juan Bosco recorre las calles María Auxiliadora, Plaza de San Lorenzo, Jesús del Calvario, Plaza de San Juan de Letrán, Frailes y Plaza de los Padres de Gracia. La imagen de San Juan Bosco fue realizada en 2017 por el imaginero Edwin González, imaginero de origen bolivariano pero afincado en Córdoba y discípulo de Antonio Bernal. Es una imagen realizada en madera de cedro, policromada y estofada en oro, reproducción de la antigua imagen de San Juan Bosco, que estaba realizada en escayola.
Cientos de jóvenes de toda la diócesis han podido disfrutar de las diez Marchas Misioneras anteriores en las que diversas figuras misioneras, como la Madre Teresa de Calcuta, la santa cordobesa Rafaela María o Santa Josefina Bakhita, les han guiado en su experiencia de una Iglesia viva en la que tienen cabida y un papel fundamental los jóvenes. La marcha misionera surge a raíz de la celebración de una campaña del Domund y el encuentro entre un misionero, el Padre Rolando SX (Sociedad de los Javerianos) y el trabajo de un sacerdote con la juventud, D. Miguel David Pozo.
Se ideó como parte de la formación de los jóvenes que caminaban en la vida cristiana, y sigue siendo ese su ideal: no está orientada a jóvenes desconocedores del mensaje cristiano sino a aquellos que ya caminan; de hecho, el camino que siempre se hace quiere simbolizarla voz de Dios en la naturaleza. Esa parte de la marcha es un encuentro con Dios, juntos, pero en la naturaleza, con el recorrido y tiempo justo para salir de uno mismo (unos 9 kilómetros), de la rutina, de la ciudad o pueblo donde uno vive, para reflexionar, caminando con otros. “Es misionera porque no podemos encerrarnos en nosotros mismos y pensar solo en los nuestros, sino abrirse a los demás. Hoy más que nunca los jóvenes tienen la necesidad de encontrarse con otros jóvenes; con otros que también caminan. Misionera porque anunciamos a Cristo; salimos caminando por Cristo, convirtiéndonos así ya en un Anuncio”.
En su confección anual siempre se busca un Santo, si es de la localidad o cercano mejor aún, y su dimensión misionera. Al mismo tiempo, se cambia la localización (capital, sierra, campiña), y se intenta integrar en ella a colectivos que luego pasan a formar parte del equipo que realiza las siguientes marchas misioneras. Capitaneada por la Delegación Diocesana de Misiones, colaboran las Delegaciones Diocesanas de Catequesis, de Juventud, de Pastoral Vocacional y el Seminario de San Pelagio (que imparte la formación ese día), la Fundación Santos Mártires,y los Misioneros del SCAM (en su génesis la marcha Misionera iba acompañada/precedida durante todo el curso pastoral de una formación que se llevaba a cabo en la Sierra, Campiña y un grupo de jóvenes de la Delegación de Misiones en la Capital). En la actualidad esa animación por parte de los Misioneros Javerianos se sigue haciendo como preparación inmediata, no remota.
Una vez registrados los jóvenes, y con su pañoleta de los cinco colores misioneros, se pasa a la Oración Inicial con un testimonio en la que mediante una performance o similar se presenta la figura del Santo y da comienzo al camino. Durante el mismo, el silencio alternado con cantos, el rezo del Rosario y las Confesiones llevan a las puertas del lugar que se tiene como destino para la catequesis que ya recibieron los jóvenes en sus respectivos grupos de pertenencia pero que ahora los seminaristas realizan de nuevo de forma más breve. Tras otra etapa del camino se realiza el almuerzo en el que conviven unos con otros.
A continuación, se tiene un nuevo testimonio misionero y un tiempo de adoración al Santísimo ambientado por el grupo Hakuna. De ahí se suele salir en procesión con la imagen del Santo (portado por jóvenes de la marcha anterior) hacia el lugar elegido como meta de la Marcha Misionera. La Marcha Misionera concluye con la celebración de la Eucaristía presidida por el Obispo y concelebrada por los sacerdotes que acompañan ese día. La habitual programación de la Marcha el sábado del 4º Domingo de Pascua, el Buen Pastor, siendo también la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y Vocaciones Nativas, remarca su dimensión vocacional.

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